"El fútbol tiene tanto tema, que nos podemos quedar hasta la media noche"; Guillermo Bonil
- Juan Manuel Piñarete
- 22 may 2017
- 4 Min. de lectura
Entrevista.
Ruiz Bonilla es, para muchos, uno de los mejores historiadores del fútbol en Colombia.
Hablar de fútbol lo emociona. Dejar de trabajar para hablar de fútbol demuestra que la pasión por este deporte le ha hecho su vida feliz. Es historiador e hincha de los equipos capitalinos y del Deportivo Cali.
Ha vivido en Bogotá y en Cali, trabajando como periodista empírico y desarrollando su capacidad para ser un ejemplo para estadísticos alrededor del mundo. Hablar de fútbol no le queda grande a Guillermo Ruiz Bonilla.

¿Cómo nace su amor por el fútbol?
Yo creo que hay cosas que nacen con la gente. Desde muy niño mi primer contacto con una pelota fue con el fútbol. Lo primero que hice fue jugar fútbol en mi pueblo San Carlos, cerca de Tuluá. Nos vinculamos a equipos independientes y municipales. Era el único deporte que hacíamos y que teníamos a la mano. Fue el deporte del que me enamoré.
Usted trabajó con el Deportivo Cali… ¿Cómo fue esa experiencia?
Yo trabajé en varios clubes. Yo soy psicólogo de profesión de la Universidad de la Sabana y trabajé con un colegio que tenía nexos con la universidad de Medellín. Allí empecé a trabajar en algunos programas, algún vínculo con Atlético Nacional y luego me vinculé al Deportivo Cali como asistente de presidencia. Unos años después, salí campeón con Millonarios. Con el Cali estuve cerca. Después con Santa Fe y por último volví a la Dimayor como secretario general. Además, me fui al América de Cali como gerente de las divisiones inferiores, pero duré poco tiempo. Me cansé de esa función y creé mi empresa llamada “Mundo Fútbol”, junto con mis hijos y con ayuda de todo mi bagaje a lo largo de los años.
Su hijo Juan Guillermo ha sido la persona que lo ha ayudado desde que tenía, más o menos, 15 años…
Juan inclusive desde menos. Juan Guillermo se inclinó por el futbol por mi actividad permanente. Él era la mascota de Millonarios, él era quien me acompañaba a todo lado. En el Deportivo Cali, Miguel Basílico, quien era el técnico en ese entonces, me obligaba a llevar a mi hijo porque con él siempre ganaba el Cali. Un día Juan se enfermó de una gripa terrible y no lo llevé al partido contra Unión Magdalena. Ese día el Cali perdió 4 a 2 y Miguel se quería morir. Hoy en día, mi hijo es un experto y me colabora con todas las estadísticas. Además, trabaja en mi empresa como gerente.

Se podría decir entonces que su hijo (Juan Guillermo) ha sido su máxima inspiración…
Desde muy pequeño ha estado vinculado con el tema del fútbol y siempre me ha acompañado a todo lado. A él le gusta la historia y la estadística. Él, junto con su hermano, han sido muy unidos por todo lo que tiene el fútbol.
¿Cuál es la historia que más le ha marcado con respecto a su trabajo?
Uno se ilusiona porque al principio uno viaja mucho. Uno conoce mucha gente y mucha gente lo reconoce a uno debido a los clubes con los que trabajé. Un día le prometí a un periodista, muy amigo mío, Álvaro Gardner, que escribiría la historia de Millonarios. Siempre he tenido la posibilidad y la idea de que si uno pasa por el fútbol, uno debe dejar algún legado. Siempre tuve a mi familia alrededor y el hecho de que los libros queden, es un legado muy grande para todos los que les gusta el fútbol.
¿Cuál es libro que más le ha gustado de todos los que ha escrito?
El que más me gusta fue el primero que escribí. Fue el más difícil. Fue un libro pequeño, que lo hicimos junto con el periódico “El Polo” en los 80, en Cali y se llamaba “La historia del gol de Colombia”. El libro no tenía más de 80 páginas y yo no cobré ni un solo peso por el libro porque yo no tenía idea de lo como era eso. Un amigo también fue el que me ayudó a sacar el libro insistiéndome en que lo escribiera. Cuando lo tuve en mis manos, supe que todo era posible y fue el primero de treinta y pico de libros que he escrito hasta hoy.
¿Usted cree que los periodistas de hoy se informan con sus libros y sus estadísticas?
Yo creo que yo soy buena fuente. Yo no estoy diciendo que sea el mejor, pero sí estoy haciendo bien mi trabajo. Hay muchos que escriben muchas coas con datos que no tienen nada que ver. Ellos no saben de mis estadísticas, pero quienes las usan, saben que están bien hechas.
Teniendo en cuenta las estadísticas, para usted, ¿quién es el mejor equipo de Colombia en la actualidad?
Sin duda es Nacional (suspiro). Nacional fue un equipo chico hasta 1969, como decir hoy, el Alianza Petrolera. Cuando llega Hernán Botero en 1970 y trae a la ‘Chancha’ Fernández, un jugador argentino extraordinario además de otros jugadores colombianos, ahí Nacional empieza ser un equipo distinto. Empieza a ganar títulos y a andar derechito. Nacional es un equipo grande como institución, con dirigencias como la de Ardila Lülle. Ellos piensan como es, como un club grande. No se me haría extraño que en poco tiempo tuvieran un estadio propio. Nacional, Santa Fe y Cali son equipos que tienen grandes cosas.
Para usted, el equipo qué mejor dirigencia tiene y el que peor tiene…
Santa Fe tiene a César Pastrana, un presidente extraordinario, el mejor para mí de Colombia. Mientras que en Millonarios, los dirigentes se pelean unos con otros. Ellos solo piensan en gastar plata como locos. Millonarios no tiene ni siquiera una sede deportiva tan definida como los otros clubes de Colombia, no tiene casi nada y eso es una lástima.

Como última pregunta… ¿usted prefiere la Selección Colombia de Asprilla, el ‘Pibe’, René Higuita o la de James, Falcao y Ospina?
Ninguna. Yo prefiero la Selección de la época de Willington Ortiz. Si Colombia no hubiese perdido en las eliminatorias para el Mundial de 1974 ante Uruguay por 2-1, créame que desde ahí, el futbol colombiano sale con toda y no tantos años después con el ‘Pacho’ Maturana. Willington causaba una euforia y una sensación tremenda en Europa. A pesar de que Colombia no fue a ese Mundial, para mí, esa ha sido la mejor selección.
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