¿Hijos? No, gracias.
- Alessandra Puccini
- 23 may 2017
- 2 Min. de lectura
Columna de Opinión.
En Colombia, las mujeres crecemos en una cultura que asume como norma que debemos ser madres. . Jugamos a tener niños, “al papá y a la mamá” cuando todavía somos uno. Nos regalan bebés de plástico y una cocinita. Dedicamos gran parte de nuestro tiempo a imaginar que tenemos una familia y un bebé al que limpiamos, bañamos, enseñamos y para el que cocinamos. Nacemos con la idea impuesta de que hay que procrear para tener un individuo en el que depositar nuestro amor, nuestro instinto “maternal” y nos enseñan que hay que tener hijos para evitar ser olvidados, para tener un lugar en la eternidad. Si lo consideramos así, el tener hijos es la fiel demostración de la egolatría y egoísmo humano, una cultura impuesta desde que nacimos que nos dice que el no tener hijos hace de nuestra vida una vacía y solitaria, porque no deberíamos envejecer sin haberle dejado algo a este mundo, que además los hijos son aquello que solidifica las relaciones y matrimonios (como si en un inicio, hubiera que casarse) y le da sentido a nuestras vidas. Ese paradigma se ha ido rompiendo poco a poco porque las nuevas generaciones tienen más y nuevas opciones entre las cuales, dar a luz, ya no es una prioridad. Un estudio de la Oficina Nacional de Estadísticas del Reino Unido indica que “una de cada cinco mujeres en este país elige no ser madre y una de cada tres mujeres con título profesional no tiene hijos.” También, según la revista Semana, desde la década del 2000 la tasa de natalidad ha disminuido en Europa y algunos países de América. La Universidad Abierta del Reino Unido, en otro estudio interesado frente a este nuevo fenómeno de una generación que ya no quiere tener hijos, realizó una encuesta a adultos de 18 a 65 años que indicó, entre otras cosas, que las parejas sin hijos, tienen una mayor y más satisfactoria vida sexual mientras que en las parejas con hijos, hay una notoria falta de intimidad. La universidad también indicó que las parejas que no quieren tener hijos, prefieren estabilizarse económicamente y no creen tener tiempo para criarlos. Parece que hay más razones para no tener hijos que para tenerlos. La urgencia que hace un par de décadas existía acerca de procrear está desapareciendo y no es para menos. Superpoblación, la carga emocional que conlleva educar niños, oportunidades desperdiciadas, falta de tiempo y gran cantidad de gastos sólo por el hecho de llenar una expectativa que ya debería estar obsoleta. ¿Hijos? No, gracias.

留言